domingo, 18 de septiembre de 2011
sábado, 17 de septiembre de 2011
1ª Bandeja El espacio geográfico. Componentes naturales, sociales y económicos.
El espacio geográfico resulta la interacción de los componentes naturales, sociales y económicos; de los procesos naturales e históricos que lo modelan y de la acción del ser humano, que lo acondiciona para habitarlo. Estas relaciones y procesos ocasionan que el espacio geográfico sea diverso y dinámico. Es diverso, por ejemplo, en sus formas y ambientes naturales, construcciones sociales y organización económica; y es dinámico porque en él curren transformaciones naturales y humanas que pueden ser paulatinas, como la formación de una montaña, o el reconocimiento de la autonomía o independencia de un pueblo o nación. Pero también son repentinas, como las alteraciones que provoca un tsunami en las costas o las modificaciones en el paisaje natural que el ser humano realiza para abrir nuevas tierras para el cultivo de la ganadería.
Esta forma de percibir el espacio geográfico nos permite construir representaciones que expresen sus características espaciales. Al descubrirlas, adquirimos conciencia de éste y generamos un vínculo de identidad con él. Por ejemplo, la distribución de recursos como el agua o el petróleo no es igual en todo el planeta; por tanto, los pueblos buscan maneras de aprovecharlos; algunos con el propósito de obtener mayores beneficios y ganancias, y otros para sustituir su limitada distribución.
Cuando se percibe de este modo el espacio geográfico, el ser humano es capaz de vivir y actuar en él de manera comprometida y responsable. Además, asume una actitud crítica ante las diferencias, toma las decisiones más acertadas para vivir en su entorno, planeta opciones para solucionar conflictos o es más participativo, por ejemplo, para cultivar el respeto a la diversidad cultural, disminuir las desigualdades socioeconómicas en la población o preservar el ambiente.
Esta forma de percibir el espacio geográfico nos permite construir representaciones que expresen sus características espaciales. Al descubrirlas, adquirimos conciencia de éste y generamos un vínculo de identidad con él. Por ejemplo, la distribución de recursos como el agua o el petróleo no es igual en todo el planeta; por tanto, los pueblos buscan maneras de aprovecharlos; algunos con el propósito de obtener mayores beneficios y ganancias, y otros para sustituir su limitada distribución.
Cuando se percibe de este modo el espacio geográfico, el ser humano es capaz de vivir y actuar en él de manera comprometida y responsable. Además, asume una actitud crítica ante las diferencias, toma las decisiones más acertadas para vivir en su entorno, planeta opciones para solucionar conflictos o es más participativo, por ejemplo, para cultivar el respeto a la diversidad cultural, disminuir las desigualdades socioeconómicas en la población o preservar el ambiente.
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